jueves, 10 de octubre de 2013
De amor y de sexo ( Capitulo 11 )
El negro
El negro se llamaba Samuel Kanou y era natural de Lagos, Nigeria.
Cuando era adolescente llegó a España a estudiar gracias a un beca de intercambio y en poco tiempo aprendió el idioma local, se familiarizó con las costumbres locales e incluso se enamoró de una lugareña.
Se quedó a vivir en su país de adopción para estar cerca de ella, buscó trabajo en la construcción, que compaginó con sus estudios universitarios de ingeniería, e hicieron planes para casarse y tener hijos a corto-medio plazo.
La relación con su novia era ideal, eran todo los felices que se puede llegar a ser viéndose los fines de semana cuando ambos estaban libres de obligaciones y llamándose a diario y por supuesto en el plano sexual ella estaba cantada con el buen hacer de su amado venido del continente negro.
Ella, que se llamaba María, solía dar envidia a sus amigos contándoles los bien que funcionaban en la cama, lo bien dotado que estaba y lo cariñoso y atento que era con ella dentro y fuera del lecho.
Cuando iban a la playa se llevaban las miradas de admiración y envidia de todo el mundo pues ella tampoco tenía mal cuerpo y tampoco estaba mal dotada.
De hecho era una morenaza espectacular de cuerpo escultural, curvas voluptuosas y una talla 110 de pecho.
Sí, definitivamente, eran una pareja de cine y digna de envidia, hasta que llegó aquel funesto día en que tras una rutinaria revisión ginecológica nadie les envidió.
El médico había encontrado una anomalía en su útero: Un tumor cancerígeno que, tras años de dura lucha,finalmente no pudo superar.
La muerte de María dejó sumió a Samuel en una depresión que le duró años, dejó los estudios y seguía yendo a trabajar por inercia, como un autómata no hablaba con nadie y nadie le hablaba a él respetando su dolor.
Solo empezó a superarla al conocer a Carmen pues era tan vibrante, tan llena de vida que le contagió su ilusión y sus ganas de disfrutar de la vida.
Su físico no tenía nada que ver con el de su añorado amor pero también era muy sensual y deseable y poco a poco se fue enamorando de ella.
Por su influencia dejó de ser un amargado y volvió a tener ganas de divertirse por belleza quiso volver a ser el hombre que fue, por su atractivo recuperó su apetito sexual.
Mas había un problema pues Carmen había iniciado una relación, más o menos estable, con un hombre poco antes de que él pudiera hablarle de sus sentimientos, de que le parecía genial tener relaciones sexuales con ella pero quería algo más serio y no quería inmiscuirse en esa recién nacida relación.
Cuando ella le habló de hacer un trío pensó que aun no estaba todo perdido y aunque no le agradaba la idea de compartirla era mucho peor el pensar en perderla así que aceptó la propuesta.
Continuará...
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