jueves, 12 de febrero de 2015

La noche que cambió su vida ( Parte 3 de 3 )


  • Hola Artie, me alegro de verte al fin. - Dijo ella mientras la sonrisa de el hombre se congelaba en su rostro y respondía con voz trémula,
  • ¿ Que ocurre Sue?¿ Porqué me apuntas con un arma ? -
  • He visto lo que le has hecho a la Sra. Write y la verdad es que me he quedado de piedra, no me esperaba eso de ti, francamente. ´-
  • Espera Sue, no lo entiendes, ha sido un malentendido, un maldito accidente, yo...yo -
    Arthur no sabía que decir, no sabía como convencerla para que confiara en él y bajara el arma pues era la única manera de volver a tener el control de la situación, de volver a ser el dueño de los destinos de ambos y recuperar la compostura, compostura que ella no había perdido en ningún momento sino todo lo contrario pues mostraba una desconcertante frialdad y ausencia de miedo. Más bien era ella la que parecía tenerlo todo controlado y seguía hablando con sorprendente calma:
  • No me equivoqué al darte mal la dirección, quería que fueras a casa de esa estúpida vieja insoportable, quería que llamarás a su puerta y dejaras tus huellas dactilares en ella para, más tarde, matarla con este revolver , el cual encontrarían en tu coche tras el accidente mortal que tendrías a la vuelta.
  • ¿ Accidente, que accidente , como...? -
  • Sí Artie, tenía planeado cortar los cables del pedal del freno de tu auto y por eso se lo que hiciste, estaba allí escondida tras unos arbustos y debo decir que tu vuelta de tuerca a la situación me sorprendió gratamente, he tenido que improvisar sobre la marcha pero soy de mente rápida y enseguida idee un plan nuevo e incluso mejor.
  • ¿ Un nuevo plan ? ¿ Qué nuevo plan? - Inquirió el hombre que ya no se sentía un ejecutor sino una víctima, el lobo era cada vez más un cordero.
  • Eres un psicópata que ha matado a la pobre Sra. Write solo por el placer de matar, yo lo presencié y corrí a casa a llamar a la Policía aterrada, me seguiste pero afortunadamente pude coger mi arma y matarte salvando así mi vida, caso resuelto.
  • P-p-pero.. ¿Porqué yo, porqué me elegiste a mi ?
  • Había otros interesados en mi, la gente está muy sola y necesitada pero solo tú accediste a venir en un día como este y era importante para mi plan inicial que la carretera estuviese en mal estado pues eso haría más creíble lo del accidente. Soy rubia pero de tonta no tengo un pelo, jijiji.
  • Hay algo que no has tenido en cuenta Susan, se sabrá que hemos hablado por face y por teléfono y que teníamos pensado vernos hoy.
  • Como te digo hablo con muchos hombres por las redes y lo de venir te lo dije por teléfono desde un móvil de pre-pago del que me desharé y también borraré del tuyo los mensajes en los que te doy mi dirección y la de la vieja. Como te he dicho pienso con rapidez y no doy puntada sin hilo, ¿ Hay algo más que quieras saber antes de morir ?
  • Yo-yo..¿ Que te hizo esa mujer para tomarte tantas molestias en acabar con ella ?
  • Lo mismo que te hizo a ti supongo, jijijiji. Era fea, vieja y decrépita, me dañaba a la vista y tenía el jardín echo un desastre, el barrio estará mucho mejor sin ella. Adiós Artie y gracias por todo.

El arma tronó una, dos, tres y hasta cuatro veces... Arthur tenía grandes expectativas puestas en esta noche pero nada salió como pensaba.


                                         Fin





lunes, 9 de febrero de 2015

La noche que cambió su vida ( Parte 2 de 3 )


Tocó el timbre mientras la furia crecía en su interior como algo vivo, no podía pensar con claridad y ni siquiera se preguntó porque había accedido a verse con él si todo era una farsa. ¿ Pensaba que el amor que él le profesaba le cegaría hasta el punto de no importarle esperar ver a una diosa y encontrarse con una ajada momia ?
La anciana abrió la puerta y abrió la boca, no con la intención de hablar sino para intentar respirar, algo que no podía hacer con las manos del visitante apretando con brutalidad su garganta, aplastando su tráquea en una acción tan rápida que ni ella ni él se percataron de lo que estaba pasando hasta que todo terminó.
Los ojos de ambos se salían de sus órbitas, los de él porque estaba fuera de sí en un estado cercano a la locura y los de ella porque la vida se le escapaba y su corazón se detenía.
Arthur dejó de apretar la frágil garganta y la anciana cayó inerte a sus pies como una muñeca de trapo, no era plenamente consciente de lo que había hecho ni de las consecuencias de su acción pues se encontraba invadido por una extraña sensación de euforia, entonces su móvil sonó... Era un mensaje de Susan:
Hola Artie, supongo que aun estas de camino. Espero que no hayas tenido ningún percance con este tiempo de perros, oye que acabo de darme cuenta que te escribí mal el número de mi casa es el 26 no el 36. ¿ porqué pondrán las teclas tan juntas ? Jijijijiji. Un besito, guapo.”
En principio la rabia volvió apoderarse de él pensando que se había pasado horas conduciendo para ver a una zorra idiota que no sabía teclear correctamente un simple número de dos cifras pero mientras caminaba, a peso apresurado, hacia la nueva dirección empezó a ser consciente de ciertas cosas.
Tenía que castigar a la mujer por su estupidez y lo haría del mismo modo que acababa de tratar a la anciana, entonces recordó la sensación de un frágil cuello de mujer aplastado por sus poderosas manos masculinas, el ser capaz de castigar a cualquier mujer que no se comportase adecuadamente tal como debió hacer con su mujer hace años.
Mas por aquella época era débil e idiota y desconocía tener esa capacidad de impartir justicia, era desconocedor de su fuerza, de hasta donde podía llegar su poder de vengador masculino pero ahora lo sabía y la cólera dejaba paso a la excitación.
Había encontrado su camino, su razón de ser y existir e iba a disfrutarlo, esta vez no sería tan precipitado pues se tomaría su tiempo para el merecido castigo, la tortura le apetecía tanto o más que la ejecución.


Llamó a la puerta del número 26 y se preparó para mostrarse feliz y dedicarle un amplia sonrisa, ella no debía sospechar cual iba a ser su destino pues eso le restaría placer al juego.
La puerta se abrió y ahí estaba ella aun más bonita y seductora que en las fotos, llevaba puesto un vestido de noche negro muy escotado que mostraba sus lindos hombros desnudos y parte de sus voluptuosos pechos pero lo que más le excitó ver fue su atractivo y quebrantable cuello , tan excitado estaba que apenas se percató de lo que portaba en su mano derecha... Un revólver.

                                                 Continuará...

lunes, 2 de febrero de 2015

La noche que cambió su vida ( Parte 1 de 3 )

  

Arthur tenía grandes expectativas puestas en esa noche pero nada estaba saliendo como pensaba.
Desde su divorcio, acaecido tres años ha, no había tenido una verdadera ilusión por nada ni por nadie, si bien es cierto que tuvo innumerables citas, las cuales les proporcionaron diversión, compañía y sexo en algunos casos y decepción, desazón y apatía en otros, ninguna de ellas le permitió conocer a esa persona especial que le devolviese la fe en el amor y, de paso, en la raza humana y en concreto en las mujeres.

  Hasta que conoció a Susan en una red social, concretamente en Facebook, y volvió a experimentar sensaciones que ya creía perdidas en la neblina del tiempo.
No fueron tanto las escasas fotos que tenía en su muro, en las que se mostraba siempre bella y sonriente, como las largas conversaciones por privado en las que quedaba patente lo mucho que tenían en común, así como las largas conversaciones telefónicas nocturnas, algunas de las cuales se extendían hasta la madrugada, siendo incapaces cada uno de ser el primero en despedirse y colgar atrapados por la vorágine de emociones desatadas por la voz del otro... risas, llantos a veces, piropos, promesas de amor eterno les creaban una dependencia de la que él no estaba dispuesto a prescindir y suponía que ella tampoco.


Al fin llegó el día en que ella accedió a que se vieran en persona tras poder compaginar sus horarios laborales y Artie se puso al volante de su Mazda desde el amanecer dispuesto a recorrer en el menor tiempo posible los 730 Km que les separaban, que les separaban físicamente porque en esencia estaban juntos y eran uno solo desde hacia meses .
Mas no contaba con la tormenta de lluvia y granizo que, aunque según los pronósticos seria leve y breve, no paraba de arreciar convirtiendo el trayecto hacia su amada en una autentica odisea.
La prudencia estaba fuera de lugar y en ningún momento pensó en aminorar la marcha, ni mucho menos parar en algún área de servicio a esperar que disminuyera el torrente elemental que le acompañaba desde su partida.
No le preocupaba su integridad y si temía tener un percance era solo por el retraso, de su anhelado encuentro, que eso le supondría.
Afortunadamente nada le ocurrió y al estar las carreteras casi vacías llegó a su destino antes incluso de lo que había previsto, estaba cada vez más cerca de su destino y sin embargo al entrar en la calle que Susan le había indicado sintió una oleada de pánico.


Nada podía salir mal, nada tenía porqué salir mal y aun así no podía dejar de temblar y no era de frío. No sabía que le pasaba y era consciente de que su reacción no era la de un hombre adulto y razonable sino más bien la de un adolescente temeroso.
No se atrevió a llamar al timbre, una vez frente a la casa de su amada, se sentía atenazado y no quería que ella le viera así de acongojado por lo que prefirió mirar por la ventana , quizás la visión de la bella imagen de su adorada le devolviese el valor perdido.
Pero lo que vio a través de las cortinas entreabiertas distaba mucho de ser lo que esperaba, no era la bella mujer rubia de ojos verdes y pechos turgentes de mediana edad de las fotografías, sino una mujer vieja de pelo cano despeinado y mugriento que sostenía un cigarrillo con dedos amarillentos mientras miraba la televisión.
El miedo y el nerviosismo se tornaron en cólera y se preguntaba como había sido tan iluso, sabía que la gente miente y usa fotos de otras personas para obtener la atención de los demás y era mucha casualidad que nunca tuviese conexión cuando él le proponía hacer una vídeo-llamada, pero tenía tantas ganas y tanta necesidad de experimentar esos sentimientos de nuevo que no se planteó en ningún momento engaño alguno.

                                                     Continuará....

martes, 13 de enero de 2015

Operación Valquiria

  El coronel Heinrich von Smichdt vestía su uniforme de gala de la SS inmaculado, sin una sola arruga, sin el más mínimo pliegue, no en vano se lo hizo a medida el mejor sastre de Berlín. 
  Fué el último traje que confeccionó antes de ser arrastrado, en mitad de la noche, a un campo de concentración, por su condición de judío.
  El propio coronel Smichdt fue el encargado de su arresto, sabía que en ese campo las manos del sastre realizarían tareas, para nada acordes con su talento textil, pero no podía actuar de otro modo. 
  No, si quería seguir manteniendo su estatus en el ejército. No, si quería seguir manteniendo el estado de bienestar de su familia y su propia vida.

     Volvía, en su coche oficial, de una reunión con otros miembros de la Wehrmacht. Era una reunión secreta en la que, se ultimaron los detalles de una operación muy arriesgada, en la cual pretendían asesinar al Führer, usando uno des sus propios planes de contingencia: la Operación Valquiria.

  Otros patriotas alemanes habían intentado, en el pasado, poner fin a la locura de Hitler pero no tuvieron éxito. Sendos intentos de atentado con bombas barométricas fracasaron, los artefactos explosivos no llegaron a explotar, por alguna razón desconocida.

     Un vez apeado del auto, y tras dejar a sus escoltas en la entrada, traspasó el umbral de su morada. No oyó ningún ruido extraño pero se le erizaron los pelos de la nuca, una vez dentro, pues lo realmente extraño era el silencio absoluto.

  No ladraban sus perros con alborozo ante la llegada de su amo, ni se oía el ruido de las pisadas infantiles de sus niñas, y aun era pronto para que estuviesen dormidas. Además se percató de que sus propias pisadas no emitían sonido alguno, pese a ir calzado con sus lustrosas botas de oficial de las SS.
  A la ausencia de sonido, se le sumaba la de luz. Todo estaba a oscuras, la entrada, la sala de estar, la habitación de su esposa. Y sin embargo pudo ver la estela de humo que provenía de su sillón. Supo que era su tabaco, que era su pipa aunque tampoco podía olerlo.

     Instintivamente llevó su mano hasta la funda de su pistola reglamentaria,cuando una voz átona, sin acento alguno, rompió el aterrador silencio:


 - Eso no será necesario, coronel. Por otra parte, sería una acción inane.

  - ¿ Quién es usted ? ¿ Qué hace en mi casa ?  Espetó el militar intentando disimular su desazón, mientras se preguntaba ¿ Porque porqué podía ver a ese hombre alto y enjuto, pese a la oscuridad y porqué podía oír su voz pero nada más ?
  - No tengo un nombre por el que pueda llamarme y estoy aquí porque estoy al tanto de sus planes.
  - No se a que se refiere, ¿ De que planes me habla ? Contestó con aplomo sin mostrar un atisbo de sorpresa o culpabilidad. El llevar tanto tiempo en el ejército le hacía estar preparado para cualquier interrogatorio.
  - Sí lo sabe. Pero no se alarme, no pertenezco a la Gestapo sino a una organización mucho más poderosa y mucho más antigua, De hecho es mucho más antigua que la humanidad misma.
  - ¿ Me está usted diciendo que no es humano, que es un dios o un demonio, quizás ?
  - El cielo y el infierno son creaciones del imaginario de su especie, nosotros existimos desde mucho que antes que ustedes, desde mucho antes que la Tierra se enfriara y tuviera atmósfera.
  - Genial, viene de otro planeta y ¿ Qué se le ha perdido por aquí ? Dijo el coronel intentando que el sarcasmo disimulara su creciente inquietud pues, aun sin saber porqué, creía en la veracidad de las palabras del intruso.
 - Yo también tengo una misión y la mía, y la de mi colectivo, es asegurar que este planeta cumpla con nuestras expectativas de vida. Para ello necesitamos usar ciertas herramientas de control de población. -
  - ¿ Esta diciéndome que Hitler es un peón suyo, una herramienta ? -
  -Hay cosas que la joven mente humana no puede llegar a discernir, pero podíamos decir que sí. Las guerras, las catástrofes naturales y las plagas son nuestro principal activo. Para las catástrofes usamos a la propia Tierra, para las plagas animales y bacterias, y para las guerras usamos a humanos. Su especie evoluciona con rapidez y agota los recursos de su planeta con voracidad, no podemos permitirlo. Basta con mover ciertos mecanismos y elegir un bebé humano para que al crecer sea un Alejandro Magno, un Aníbal Barca o un Napoleón y eliminar las imperfecciones temporales aleatorias.
  - ¿ Y que demonios es eso ? -
  - Algo que excede su capacidad de comprensión, lo que le interesa saber es que usted es una de ellas. Si participa en esa operación Adolf Hitler morirá y necesitamos que continúe. al menos un año más, prolongando esta guerra. Esta vez el artefacto explotará pero el Führer escapará ileso y el coronel conde Claus von Stauffenberg será detenido y ejecutado y usted no puede  interferir. -
 - Pero, ¿ Como  puedo ser una injerencia para ustedes, soy un simple humano y qué pretenden hacer conmigo ? -
- En realidad no lo es, es una desmodulación con forma humana, un pico de energía espacio-temporal que ha adquirido consciencia y entidad física propia. Ha sido creado por otros de los nuestros, disidentes que están en contra de nuestra labor. Ilusos moralistas que creen que hay que dejarles a su libre albedrío, sin importar el desenlace. Usted es su herramienta como Hitler es la nuestra y por ello es inmune a nuestra influencia. -
 - ¿ Que pasará conmigo ?  ¡ Maldita sea ! ¿ Y mi familia? -
 - Su familia será reubicada, otro marido para su esposa, otro  padre para sus hijas y sus recuerdos serán cambiados. Usted desaparecerá  en el continium temporal, vino de la nada y allí volverá. El hombre que pudo haber matado a Hitler no será recordado por nadie, porque nunca habrá existido.  
     
     El coronel Heinrich von Smichdt no replicó esa última aseveración, ya no podía hacerlo pues ya no existía y la historia de la humanidad seguió su curso, tal y como estaba previsto. 

                                                               FIN






  


martes, 8 de abril de 2014

La figurita de madera

     La oscuridad es mi mayor terror, la causa de mi desazón, el motivo de mi ansiedad.
  Durante el día no tengo demasiados problemas pues la intensa luz solar suele ser mi aliada. Es al llegar el ocaso cuando debo estar continuamente alerta, evitar las zonas poco iluminadas en las escasas ocasiones que salgo a la calle y mantener las luces encendidas perennemente cuando estoy en casa.

     Todo empezó hace unas semanas cuando encontré aquel objeto tirado en la acera, parecía una inofensiva figurita de madera, una talla de una mujer sosteniendo un candelabro pero era mucho más que eso. No sé quien talló la figura ni con que propósito pero desde entonces mi vida se ha convertido en un infierno.
  Al llegar a casa, aquella tarde, empecé a verla cada vez que apagaba la luz, era una niña de aspecto cadavérico que se acercaba a mi con la piel mortecina llena de pústulas, con los ojos blancos sin pupila alguna. Con una larguísima y negra cabellera, vestía un camisón blanco hecho harapos y muy sucio y la expresión de su cara era aún más aterradora que todo lo demás. No era una alucinación producto de una ingesta de alcohol o un abuso de sustancias psicotrópicas como a veces me pasaba. 
  El odio, la ira que se reflejaba en su rostro, en sus ojos eran demasiado reales, demasiado aterradores. Fuera lo que fuese esa criatura era tan real como yo mismo y solo al encender la luz pude recuperar el aliento y la compostura.

     Desde entonces trato de averiguar que es, de donde ha salido y que es lo que busca, pensando que si encuentro la respuesta a esas preguntas quizás halle la forma de deshacerme de ella antes de que acabe con mi cordura.
  He buscado en Internet, en bibliotecas especializadas en ocultismo, he contactado con todo tipo de personas relacionadas con la cultura del más allá.. videntes, cazafantasmas, exorcistas, etc y todo ha sido en vano. No pude encontrar ninguna fuente que me pareciese mínimamente  fiable, que me sirviese de guía para hallar una solución. 
  Nada, solo palabrería contradictoria. Algunos me decían que debía destruir la figura, otros que si lo hacía se quedaría junto a mi para siempre. Unos me instaban a realizar un ritual religioso ( mediante ritos budistas, católicos, islámicos, baptistas.. ) y otros ceremonias paganas ( ritos celtas, sumerios, ,vudús... )

     Quizás la solución sea más simple de lo que parece, tal vez lo que debo hacer es coger el toro por los cuernos. Apagar la luz y dejar que la criatura se me acerque a mi y me diga, o me muestre, que quiere de mi. Puede que no sea lo más sensato pero no se me ocurre nada mejor y por mucho que me aterre la idea eso es lo que voy a hacer.
  Dejo constancia de mi plan de acción, por escrito, por si el desenlace es fatal y mi experiencia puede servir de ayuda a alguien con un problema similar en el futuro, me siento en mi sillón favorito y apago la luz.
  Estoy a oscuras por primera vez desde aquella funesta tarde y ya la veo frente a mí, de pie acercándose, arrastrando los pies descalzos sobre la alfombra. Mas a medida que se acerca, la espantosa mueca de odio de su rostro se va suavizando hasta tornarse en una encantadora sonrisa, una brillantes pupilas azules aparecen en sus globos oculares, su piel va adquiriendo color dejando atrás  la mortecina palidez de antes, incluso su desvencijada indumentaria es sustituida por un bonito y floreado vestido.
  En unos segundos la visión más aterradora que jamás había contemplado se ha convertido en la imagen de una preciosa niña de mirada dulce y sonrisa contagiosa.

     Me besó en la mejilla y me susurró al oído:
  - Gracias. -
  - ¿ Porqué ?  - Inquirí, perplejo.
  - Por no temerme, por no juzgarme por mi aspecto, por darme la oportunidad de mostrarme como soy realmente -
   - ¿ Eso es todo lo que necesitabas ? ¿ Nada más que eso ? -
   -  Sí, nada más y nada menos que eso. Necesitaba que un desconocido me mostrase la compasión y respeto que otro me negó años ha. -
   - ¿ Quién, Quién te hizo esto ? -
   - Eso ya no importa ahora soy libre, ambos lo somos. Yo para alcanzar la paz eterna y tú para volver a disfrutar de la oscuridad, ambos podemos descansar, al fin.

     Y desapareció sin más, no volví a verla y lo único que me da la certeza de que no lo soñé todo es la figurita de madera que guardo como oro en paño desde entonces y que me acompaña cada noche al acostarme, debajo de mi almohada.
  La figurita de madera y la cálida voz infantil que me susurra " Dulces sueños " cada noche desde aquella memorable tarde.





                                                              FIN

     

     

jueves, 7 de noviembre de 2013

El último superviviente



    Son las 6:15 horas como mi despertador se empeña en recordarme, por las malas, cada mañana con ese sonido estridente que tanto odio pues me obliga a salir de mi letargo protector.
  Años ha, cuando trabajaba, deseaba que llegara el domingo casi más para no tenerlo que oírlo que para pasar el día con mi familia.
  Ahora sin embargo lo pongo cada día sin excepción para una tener una rutina diaria, un horario fijo para dedicarme a mi labor actual: Buscar a otros supervivientes con las primeras luces del alba, pues no es aconsejable estar al descubierto al caer la noche.
  Sobretodo desde que dejó de funcionar el alumbrado automático de las calles puesto que esas criaturas no necesitan luz para guiarse mientras que yo sí y hay que racionar las pilas para la linterna.
  Ellos no necesitan ver porque se orientan por el olfato, pudiendo oler la sangre a distancias imposibles, y cuentan con un desarrollado sentido del oído que les permite percibir las ondas sonoras de un corazón latiendo.

     Me niego a creer que soy el último superviviente pero ya son muchos los meses que llevo sin ver a otro ser vivo y empiezo a desesperarme aunque no quiero arrojar la toalla aun.
  Recuerdo con mucho pesar cuando mi hijo se transformó en una de las primeras criaturas y le tuvimos que encerrar en el sótano pues aun no se sabía si se encontraría una cura.
  Cuando se supo que no había vuelta atrás ya era muy tarde pues en un descuido logró morder a su madre cuando esta le visitaba y ella me suplicó que la matara antes de transformarse y como nunca pude negarle nada así lo hice.
  Les disparé a ambos en la sien y desde entonces cada vez que le reviento los sesos a una de esas criaturas veo el rostro de mi amada esposa, veo sus ojos llorosos implorando por su muerte.
  Mi hijo ya no era él mismo pero ella aun estaba viva, aun no era un caminante por lo que fue un asesinato y no se hasta cuando podré cargar con esa culpa.

     Ahora conduzco mi camioneta, por calles atestadas de seres hambrientos de mi carne y sedientos de mi sangre, parando solo en gasolineras, supermercados y armerías para pertrecharme adecuadamente.
  Al caer la noche busco un piso alto y coloco dinamita en las escaleras para asegurarme de no despertarme siendo mordido y arañado por esos hijos de puta y si alguno hace detonar los explosivos no tengo más que descolgarme por el hueco del ascensor o la ventana con una cuerda.
  Y a seguir con mi búsqueda, no debo rendirme ni perder la esperanza nunca, no debo...
  ¡ Jodeeeeeer ! Era un puto sueño, jejejejejejeje ¡ No me lo puedo creer ! jejejejeje. Parece que anoche cené demasiado y me dormí en el sofá jugando al Resident Evil.
 ¡ Madre mia ! Nunca había tenido una pesadilla tan real, parece que realmente he estado meses viviendo ese sueño... Pero entonces me doy cuenta de que mis manos están manchadas de sangre y que delante de mi hay dos cuerpos inertes.
  Son los cadáveres de mi mujer y de mi hijo, tendidos sobre la alfombra, que antaño fue blanca, teñida de rojo con restos de carne y fragmentos de huesos y sesos.
  Ahora comprendo porque el sueños era tan real, porque no quería despertar, he matado a mi familia y no sé si ha sido un acto inconsciente de sonambulismo o algún tipo de enajenación mental, pues no recuerdo haberlo hecho.
  Lo que sí sé es que preferiría, mil veces, vivir en un mundo de zombis que en esta insoportable  realidad, lo que sí sé es que preferiría no haber despertado jamás, lo que sí sé es que no veo otro camino que meterme el arma en la boca y decirle adiós al último superviviente.





                                                                   FIN

viernes, 18 de octubre de 2013

De amor y de sexo ( Capítulo 13 )

               
                               El Final


  Carmen había notado la creciente apatía de su compañero menos moreno y estaba algo preocupada por ello.
  Pensaba poder contentar a sus dos amores pero veía que tal cosa iba a ser imposible, quería conservar a Manu pero sin renunciar a Samuel y no estaba dispuesta a hacer ningún sacrificio como hizo en el pasado no fue feliz.
  Ahora sí que lo era y decidió dejarlo en manos del destino " Alea jacta es ", que fuese él el que dictase sentencia como siempre hacía, por otra parte.

     Samuel también había notado el distanciamiento de su forzoso compañero de cama y se alegraba por ello aunque era un hombre caritativo pues entendía que la caridad bien entendida empieza por uno mismo.
  Ahora veía una oportunidad de rehacer su vida definitivamente junto a Carmen y haría lo posible por aprovecharla, no quería perder a otro gran amor pero no le deseaba ningún mal a su rival y deseaba que encontrara a una mujer más adecuada para él.

     Manu pensaba lo mismo que Samuel, aun sin haberlo comentado nunca, que Carmen era demasiado mujer para él. 
  Quiso creer que se la merecía, que era capaz de hacerla feliz, que no era un entretenimiento pasajero para ella, que se convertiría en su gran y definitivo amor pero una vez más se equivocó aunque estaba dispuesto a no volver a hacerlo.
   Al caer la noche salió de su casa y se sentó en un banco del parque donde se puso a rememorar los momentos mágicos que pasó con ella.
  Así estuvo durante horas, hasta bien entrada la madrugada, entonces se encaminó hasta la playa más cercana donde se despojó de toda su ropa y sacó la foto de Carmen que siempre llevaba encima:La miró, la besó, la empapó con sus lágrimas, la dejó sobre la arena y se adentró en el mar.

     Nadó hacia lo más profundo adentrándose en la oscuridad, nadó sin tregua pese al miedo que le daba el mar abierto.
  Nadó hasta que se le quebraron las fuerzas y no pudo mover ni piernas ni brazos... Se ahogó pensando en ella, rememorando su rostro, su sonrisa.
  Ella le devolvió las ganas de vivir, y el siempre pagaba sus deudas, así que le devolvió el favor dejándola libre y dándole el empujoncito que necesitaba para entregarse a alguien en cuerpo y alma.

     La muerte de Manu consterno enormemente a Carmen y apenó en su justa medida a Samuel por lo que dejaron de practicar sexo durante una temporada para dedicarse a consolarse mutuamente y eso les unió aun más.
  El destino había usado a Manu como la llave para abrir el corazón de Carmen, la herramienta para unirlos, para ser la pareja perfecta envidiada por todos y no iban a permitir que su sacrificio fuese en vano.
  Él que sabía lo que era perder a un amor usó su traumática excrecencia personal para saber como tratarla y ella temerosa de que pudiera volver a ocurrirle lo mismo con Samuel le abrió su corazón, se dejó llevar hasta enamorarse sin reparos y se amaron con todo su ser tanto física como emocionalmente.
  Carmen se quedó embarazada y dio a luz a un precioso niño de tez morena y ojos azules tan bonitos como los de su madre, un precioso bebé al que llamaron Manuel.




                            FIN